Cambio Climático y efectos sobre la vida humana
Una mirada al efecto del CO2 sobre los ecosistemas, las plantas y la salud humana.
La concentración de dióxido de carbono en la atmósfera ha incrementado 22% entre 1960 y el 2007 (Ziska, Epstein & Schlesinger, 2009), sin embargo aunque se habla mucho respecto a estas emisiones, es importante entender cómo es que estas emisiones contribuyen al calentamiento global y afectan nuestro planeta y la salud de los seres humanos.
En primer lugar, hay que tener en cuenta que el dióxido de carbono absorbe el calor que intenta salir de nuestro planeta (Ziska, Epstein & Schlesinger, 2009), es decir, funciona como un gran reflector que hace que el calor rebote en la atmósfera y no pueda salir. En segundo lugar, el proceso de calentamiento genera cambios en los ecosistemas; en las comunidades de organismo que interactúan con el ambiente, como por ejemplo la Amazonía o la selva de Costa Rica, y altera las posibles especies de animales y plantas que pueden sobrevivir en esos ambientes. También altera la resistencia de las plagas y la maleza a los químicos utilizados para erradicarlas, incrementando la cantidad de pesticidas y plaguicidas necesarios para matar a los organismos que afectan los cultivos (Ziska & Teasdale, 2000; Ziska, Epstein & Schlesinger, 2009).
Otro de los problemas que genera el cambio climático y en particular el incremento de la temperatura del planeta, es la colonización de plantas de nuevos ecosistemas. Mientras que muchas malezas y otras plantas que dañan los cultivos y afectan los ecosistemas no pueden entrar en nuevos ambientes tan fácilmente, el calentamiento global facilita este proceso lo que enfrenta a los agricultores con nuevos problemas (Bridges 1992; Patterson, 1995).
Finalmente, uno de los problemas con los que se enfrenta los seres humanos de manera directa, es el compromiso que el incremento de la temperatura del planeta tiene en la salud. El cambio climático lleva a que las plantas se adapten al nuevo ecosistema, esto afecta la cantidad de nutrientes, minerales y otros componentes necesarios para la dieta humana (Ziska, Epstein & Schlesinger, 2009). Esto a largo plazo podría tener implicaciones importantes respecto a la nutrición en nuestra especie. Asimismo, el incremento de dióxido de carbono en la atmósfera produce que algunas plantas liberen más polen (Wayne, Foster, Connolly, Bazzaz, Epstein, 2002; Ziska, Epstein & Schlesinger, 2009), lo cual afecta a personas que tienen problemas respiratorios, como el asma. Como lo sugieren Ziska, Epstein & Schlesinger (2009), investigadores del servicio de investigación del departamento de agricultura de los Estados Unidos y del Centro para la salud y ambiente global de la Universidad de Harvard, diversas plantas poseen venenos que pueden comprometer la salud humana, incluso algunas que ingerimos todos los días, como el ruibarbo o las patatas, sin embargo no tiene un efecto sobre nosotros porque las concentraciones son muy pequeñas, no obstante no se conoce el efecto que tiene el CO2 en la producción de estos venenos, ni cómo afectaría la salud de los seres humanos y de otros animales.
Esto despierta muchas preguntas, sobre qué tanto puede afectar nuestras vidas el cambio climático, y abre nuevas perspectivas que indican que los cambios no deben ser drásticos para que alteren nuestra forma de vida y el planeta que creemos conocer.
Referencias
En primer lugar, hay que tener en cuenta que el dióxido de carbono absorbe el calor que intenta salir de nuestro planeta (Ziska, Epstein & Schlesinger, 2009), es decir, funciona como un gran reflector que hace que el calor rebote en la atmósfera y no pueda salir. En segundo lugar, el proceso de calentamiento genera cambios en los ecosistemas; en las comunidades de organismo que interactúan con el ambiente, como por ejemplo la Amazonía o la selva de Costa Rica, y altera las posibles especies de animales y plantas que pueden sobrevivir en esos ambientes. También altera la resistencia de las plagas y la maleza a los químicos utilizados para erradicarlas, incrementando la cantidad de pesticidas y plaguicidas necesarios para matar a los organismos que afectan los cultivos (Ziska & Teasdale, 2000; Ziska, Epstein & Schlesinger, 2009).
Otro de los problemas que genera el cambio climático y en particular el incremento de la temperatura del planeta, es la colonización de plantas de nuevos ecosistemas. Mientras que muchas malezas y otras plantas que dañan los cultivos y afectan los ecosistemas no pueden entrar en nuevos ambientes tan fácilmente, el calentamiento global facilita este proceso lo que enfrenta a los agricultores con nuevos problemas (Bridges 1992; Patterson, 1995).
Finalmente, uno de los problemas con los que se enfrenta los seres humanos de manera directa, es el compromiso que el incremento de la temperatura del planeta tiene en la salud. El cambio climático lleva a que las plantas se adapten al nuevo ecosistema, esto afecta la cantidad de nutrientes, minerales y otros componentes necesarios para la dieta humana (Ziska, Epstein & Schlesinger, 2009). Esto a largo plazo podría tener implicaciones importantes respecto a la nutrición en nuestra especie. Asimismo, el incremento de dióxido de carbono en la atmósfera produce que algunas plantas liberen más polen (Wayne, Foster, Connolly, Bazzaz, Epstein, 2002; Ziska, Epstein & Schlesinger, 2009), lo cual afecta a personas que tienen problemas respiratorios, como el asma. Como lo sugieren Ziska, Epstein & Schlesinger (2009), investigadores del servicio de investigación del departamento de agricultura de los Estados Unidos y del Centro para la salud y ambiente global de la Universidad de Harvard, diversas plantas poseen venenos que pueden comprometer la salud humana, incluso algunas que ingerimos todos los días, como el ruibarbo o las patatas, sin embargo no tiene un efecto sobre nosotros porque las concentraciones son muy pequeñas, no obstante no se conoce el efecto que tiene el CO2 en la producción de estos venenos, ni cómo afectaría la salud de los seres humanos y de otros animales.
Esto despierta muchas preguntas, sobre qué tanto puede afectar nuestras vidas el cambio climático, y abre nuevas perspectivas que indican que los cambios no deben ser drásticos para que alteren nuestra forma de vida y el planeta que creemos conocer.
Referencias
Bridges DC (1992) Crop Losses Due to Weeds in the United States. Weed Science Society of merica, Champaign, IL, USA.
Patterson DT (1995) Weeds in a changing climate. Weed Science, 43, pp. 685-701.
Wayne, P. S., Foster S., Connolly J., Bazzaz F. A., Epstein P. R. (2002). Production of allergenic pollen by ragweed (Ambrosia artemissiifolia L.) is increased in CO2-enriched atmospheres. Annal of Allergy, Asthma and Immunology, 80, pp. 669-679.
Ziska, L. H., Epstein, P. R., Schlesinger, W. H. (2009). Rising CO₂, Climate Change, and Public Health: Exploring the Links to Plant Biology. Environmental Health perspectives, 117(2), pp. 155-158.
Ziska L.H., Teasdale J.R. (2000) Sustained growth and increased tolerance to glyphosate observed in a C3 perennial weed, quackgrass (Elytrigia repens (L.) Nevski), grown at elevated carbon dioxide. Australian Journal of Plant Physiology 27, pp. 159 -164.
Este video que encontré me pareció muy apropiado para el tema de la Deforestación del Amazonas. Espero les guste y pueda darnos más ideas sobre lo que está sucediendo en el pulmón del mundo.
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=sfXLzw29HYQ